Nos ospesamos durante tres días, de viernes a domingo, teníamos la entrada para las 2 de la tarde, llegamos a las 12 nos ofrecieron un café o un té nada más llegar en una sala pequeña pero acogedora, es un gesto importante teniendo en cuenta los 15 minutos caminando desde la estación de metro a 3 grados.
Nos atendieron muy bien la habitación es cómoda y sencilla tenía una litera con dos camas y una cama de matrimonio un TV, la habitación estaba a 22 grados siempre climatizada la zona está cerca de los jardines de Luxemburgo, los inválidos y conecta muy bien con el metro, para desayunar , comer y cenar tienes cerca todo, ah, y supermercado.
El hotel se ajustó a lo que yo buscaba comodidad, cercanía, tranquilidad.