La experiencia en el hotel fue pésima.
Primero me asignan una habitación cercana a la recepción y era insoportable por el ruido y las risas que había entre el guardia y la mujer que se encontraba a cargo, pedí el cambio y me enviaron a la habitación del último piso, que tiene un techado de cristal donde difícilmente se puede despertar tarde, por la entrada de luz, sumando a ello el calor que se puede sentir. Sin embargo la peor experiencia fue que en la habitación de enfrente, dos personas de origen extranjero reñían y discutían aproximadamente a las 2:50 am, por lo que avisé a la recepción y la persona encargada me dijo que ya había subido a decirles que se calmaran pero como no sabía inglés había utilizado un “traductor” del teléfono. Fue hasta las 5 am que finalmente las cosas se calmaron y hasta que la policía llegó al lugar, lo que impactó en mi sueño. El hotel no tiene medidas de protección, su personal con muchísimas carencias de capacitación -salvo los del turno del día 03 de agosto-, y las habitaciones deberían de tener mejores sistemas de aislamiento tanto acústico como de temperatura. Definitivamente no recomiendo el hotel.