Tengo que ser muy sincero: nunca había tenido una experiencia tan mala en un hotel. Quiero recalcar que el personal es muy servicial y amable, pero…
Había telarañas en mi habitación, la señal del celular era mala, y al conectarme al wifi no llegaba suficiente cobertura. Al bañarme, el agua se filtró hacia la zona del WC y fue difícil de secar. Sin embargo, lo peor ocurrió alrededor de las 12 o 1 de la madrugada, cuando abrieron la puerta de mi habitación con la intención de dársela a otros huéspedes. ¡Se imaginarán el susto tan grande que me llevé! Fue una experiencia horrible porque, obviamente, ya no pude volver a dormir. Además, la puerta no tiene seguro ni cadena como en otros hoteles, lo que me hizo sentir muy inseguro durante el resto de la noche.
Otro problema fue que la puerta tiene una parte superior de cristal que deja pasar demasiada luz, por lo que la habitación no queda completamente oscura durante la noche. Para empeorar las cosas, el aire acondicionado apuntaba directamente hacia la cama. Aunque me cubriera con las cobijas, el frío se sentía mucho. Intenté ajustarlo a 25º, pero no función aún sentía frio, así que tuve que estarlo prendiendo y apagando por ratos para soportarlo.