La atención del personal es muy buena pero es un hotel que está muy deteriorado le hace falta cariño, la recepción está vacía con unos muebles cubierto por sábanas, hace años que no pintan las paredes de todo el hotel, la alberca está muy sucia, y la habitación tienen una alfombra sucia y dañada, las camas bien, el aire es un ventilador que sopla aire caliente no ayuda al calor, el baño está todo roto, el lavamanos, la ducha el foco, todo en mal estado, los muebles dañados de igual forma. En general le falta mucho que arreglar, me encanta el hecho que se conserve el estado histórico pero todo puede estar bien, limpio y funcional.