Reservamos este hotel por los buenos comentarios que tenía, pero la experiencia ha sido regular. Al principio nos dieron una habitación que a pesar de que estaba en la segunda planta (el hotel tiene solo dos plantas) se escuchaba todo el ruido de la cafetería que abre muy temprano para los trabajadores del polígono. Además, daba a la rotonda y se escuchaba bastante los camiones y coches que pasan por ahí constantemente. Se lo dijimos y nos cambiaron de habitación, y mejoró bastante el ruido, lo único que nos la dieron frente al ascensor y las puertas se escuchaban también bastante cada vez que se abrían y cerraban. Tuvimos que dormir con tapones toda la estancia. Como punto positivo, la limpieza de la habitación, de 10, y la atención de los desayunos, fantástica.
La cama es cómoda y amplia, las almohadas algo finas, pero esto es cuestión de gustos, por supuesto. El extractor del cuarto de baño hace mucho ruido, es bastante molesto. Y algo a comentar, aunque no depende del hotel, es que solía haber un olor bastante fuerte y desagradable en el ambiente y que a veces olía hasta e los cuartos de baño, imagino que de alguna fabrica de las que hay alrededor.