Todo un acierto. Hotel original y céntrico cuya mayor virtud es la cercanía al centro. El personal, muy atento y servicial. Las habitaciones, amplias y funcionales, aunque los escalones entre el baño y la cama podrían dar un susto a más de un despistado o a personas mayores. Buena limpieza a diario. Debido a la céntrica localización, me dijeron que había pocas plazas de parking, pero yo en ningún momento eché nada de menos porque existe una zona gratuita para aparcar cerca del hotel que normalmente solía tener plazas libres. El desayuno, suficiente en mi opinión. Habrá otras personas tan viajadas como yo que pudieran considerarlo escaso o con poca variedad, pero comparado con la mayoría de hoteles del Reino Unido, Francia o EEUU, es más que completo. Gracias a todos los empleados del hotel por hacer tan grata mi estancia.