El hotel es funcional, pero no esperes poder meterte a la alberca porque está verde sucia, en conclusión no funciona. La limpieza básicamente radica en solo ponerte toallas limpias y papel higiénico antes de las 9am, después de esa hora no esperes cambio de toallas o reposición de papel sanitario. La limpieza es nula, desde que llegamos había un grillo y una cucaracha muertos y ahí se quedaron hasta que nos fuimos. En nuestra habitación la regadera estaba chueca, rota, pero al menos salía agua a buena temperatura. El desayuno básico, pero bien, funcional, de acuerdo al precio, tampoco es que esperaba más, yogurt, wafles, café, jugo, pan tostado o bagel. En recepción los dos chicos que nos atendieron se esforzaron por no entenderme nunca ni hablándoles en inglés, prefería mejor no saludar. De ahí en más la ubicación es buena y funcional.