No nos ha gustado el hecho de que, durante los 3 días que hemos estado alojados, no hemos visto nunca a nadie en recepción. De hecho, el día que llegamos tuvimos que esperar unos 20min en recepción (muy bonita decorada pero pequeña y sin una sola silla) y por fin vino un chico después de haberle tenido que llamar dos veces por teléfono. Nada más llegar pasó otro chico por recepción y nos dijo "el jefe no está, llamad a ese teléfono" y desapareció... Quisimos pedir toallas (porque no teníamos ninguna grande de ducha) pero al final no pudimos hacerlo porque no había a quién pedírselas...
En cuanto al checkin, que sea a las 16.30h nos ha parecido tarde.
Por lo demás, la habitación era amplia y estaba limpia. Y el WiFi funcionaba muy bien.
El hotel está a 5 min andando de la calle Poseok-ro. Esa calle y los alrededores es una zona realmente bonita, con edificaciones tradicionales, tiendas y restaurantes y muy animado con gente local. También se puede ir caminando al Woljeonggyo Bridge, las tumbas, etc.