La ubicación es excelente, te permite moverte a pie a la mayoría de destinos turísticos y en caso de necesitar transporte, tiene varias paradas de tram a menos de 2 minutos caminando... La estación central también es accesible a pie y con el tram... En una primera vista, los alrededores parecen inseguros, ya que es un callejón y tiene enfrente un coffee shop, pero no lo es en absoluto, incluso entrando tarde por la noche... En ambos lados de la calle hay muchísimas tiendas y restaurantes.
A pesar de que el hotel es pequeño, las habitaciones son espaciosas (más comparando con otras propiedades) y tiene elevador que es maravilloso (las escaleraa están de miedo con equipaje). El personal es sumamente amable, tienen disponibles paraguas a la salida, te rellenan cápsulas de café todos los días... Muy limpio, silencioso y cómodo... Sin duda lo recomiendo y lo volvería a elegir